Guía para comprar piscinas para perros
Quizás pienses que comprar piscinas para perros no es algo difícil ¿cierto? Pues, aunque realmente no estás tan equivocado, tampoco creas que todas las piscinas para perros son iguales y no importará cuál elijas. Vamos a informarte un poco sobre los tipos de piscinas para que tomes la mejor decisión con esta guía para comprar piscinas para perros.
Existen muchos tipos de piscinas para perros, y suelen ser de plástico o metal, aunque algunos pueden instalar piscinas en el suelo para que sus perros puedan disfrutar de ellas. Muchos perros aman nadar e incluso competir en algunos casos, mientras que otros ya están más que satisfechos hundiéndose en agua para relajarse. Aquí es donde entramos a los tipos de piscinas para perros, la cual dependerá en si tu perro es más activo e inquieto o más bien calmado.
Piscinas de plástico
Ahora, puede que te preguntes: ¿por qué no comprar una piscina de plástico para niños y ya? La verdad es que sí puedes, pero no va a durarte mucho. Las piscinas para niños son más delgadas y no son tan estables como aquellas para perros.
Las piscinas para perros están hechos del mismo material del revestimiento de la cama de una camioneta pick-up, lo que significa entonces que son gruesas, fuertes y capaces de aguantar uña y diente por parte de tu perro. Éstas también suelen traer incluida una rampa y pendientes en los lados para que le sea más fácil a tu perro entrar en la piscina.
Si quieres una piscina indestructible para tu perro, el metal es entonces lo que buscas. Podrías simplemente comprar un tanque de almacenamiento. El espacio será suficiente para mascotas de tamaño medio incluso para nadar, y las de gran tamaño podrán usarla para hundirse y sentir el calma del agua.
Eso sí, no olvides que tus perros van a querer entrar y salir de la piscina sin mucha complicación, por lo que recomendamos que instales una rampa o escaleras para perros.
Piscinas en el suelo
Si tienes el dinero y estás dispuesto a gastarlo, puedes instalar una piscina en el suelo de tu casa como si fuera una piscina para personas. Sin embargo, pueden surgir otras complicaciones además del dinero, como lo son el hecho de que el pelo de tu perro puede tapar los filtros, o que algunos químicos no son buenos para tus perros (ni para ti tampoco).